El 22 de abril, fue mi cumpleaños. Estoy muy agradecida por el regalo de la vida. Antes de encarnar, planeé cuándo iba a venir; la fecha, el lugar, y la hora perfecta para el desarrollo de mi alma. Eligi a la familia que me permitiera abrir y sanar las heridas de mi Alma. La familia que me daría los patrones, dones, talentos, limitaciones, heridas y apoyo perfectos para permitir que el plan de mi alma se desarrolle.

En 2019 Urano inició su tránsito por mi Casa 12. Justo en mi cumpleaños, Urano estaba en el mismo grado quincunce a mi Sol natal. Este fue uno de los años más difíciles de mi vida. Toda mi realidad empezó a desmoronarse, mi empresa, mi trabajo, mi relación con mi esposo, mi hogar y mi salud.

En 2020, Urano continuó transitando por mi Casa 12. Nuevamente, en mi cumpleaños, Urano en el mismo grado quincunce a mi Venus natal. Esta experiencia me hizo decidir vender mi negocio de construcción e iniciar una terapia, profundizando en la sanación de traumas de la niñez y de vidas pasadas. Cambié mi alimentación, mi relación con mi cuerpo y comencé a estudiar tarot y astrología.

En 2021, Urano continuó transitando por mi Casa 12.  Ahora Urano continuaba quincunce a mi Venus y también a mi Quirón natal. Enfrenté momentos profundos de verdad con mi esposo y continué una sanación y liberación más profunda a través de terapias holísticas. También estudié con Soundbody para liberar mi voz, aprendiendo acerca del sonido y el movimiento como herramienta de sanación, y también recibiendo formación como instructora de Danza Extática.

En 2022, Urano continuó transitando por mi Casa 12.  Más cerca aún de mi Quirón natal. Este año continué en terapia enfrentando mi sombra, trayendo todas las partes fragmentadas de mi alma que estaban listas para ser sanadas e integradas; sanando karma, heridas ancestrales e infantiles. Este año comencé My Embodiment Journey. Este nuevo emprendimiento está al servicio de apoyar a otros en sus procesos de sanación y hacia el empoderamiento de sus dones.

En 2023, esta vez Urano y Júpiter se unieron para expandir esta sanación de mis memorias subconscientes (Casa 12), pero también para despertar mi receptividad psíquica y conexión con mi Espíritu multidimensional. Este transito ha iniciado un cambio en mi conciencia de quién soy, mi personalidad y mi identidad (Casa 1). Este año, comencé a enseñar Astrología y a guiar eventos grupales en persona de danza extática y meditación.

Estoy más que agradecida con mi Alma por este Plan Maestro. En mi carta natal tengo una Gran Cruz (Ascendente – oposición Urano en oposición a mis Nodos). Ahora empiezo a comprender el Plan Maestro que mi Alma y el padre Urano tenían para mí. Una Gran Cruz es un aspecto de gran tensión pero también una clave para hacer girar la rueda del karma.

La rueda de la fortuna es Júpiter actuando a través de Venus. Este camino es el conducto entre el Yo Inferior y el Yo Superior. La rueda también está asociada a la cruz fija formada por los cuatro signos fijos, Tauro, Leo, Escorpio y Acuario. También conocidos como querubines. Los querubines se les asignan diferentes funciones, una de ellas es la de proteger la entrada a el Jardín del Edén.

Cuando tenemos esta Gran Cruz, tenemos una llave para hacer girar la rueda que abre la puerta a la liberación del Karma inferior que nos ha mantenido repitiendo los mismos ciclos limitantes y entrar en la vibración del Jardín del Edén. Siento que esta apertura se activa cuando Júpiter está en conjunción a Urano en Tauro (Venus).

Cuando miro hacia atrás, veo la sanación y la liberación que necesitaba atravesar para encarnar mi poder y mis dones. Con Plutón quincunce a mi Nodo Sur en Acuario. Sé que todavía estoy atravesando una gran transformación para convertirme en la líder alegre, creativa, valiente, decidida y apasionada que mi Alma quiere ser. Estoy en el camino y agradezco este magnífico plan que mi Alma ha diseñado para mí.

Gracias a todos y cada uno de los que han sido parte de mi viaje de encarnación; cada maestro, amigo, sanador, terapeuta y familiar.

Los amo a todos.